No es por barrer para casa, que también…, pero La Alpujarra granadina es uno de los destinos más bellos, pintorescos y visitados de Andalucía. Todo aquel que decide visitar sus pueblos, desparramados por las faldas de Sierra Nevada, a espaldas de la Alhambra y a un paso del Mediterráneo, acaba enamorado de esta maravillosa región andaluza.
Este rincón del sur, rugoso y escarpado como pocos, es una tierra de batallas y leyendas, un territorio místico tocado por el exotismo musulmán que esconde espectaculares paisajes montañosos salpicados de bonitos pueblos blancos que se agarran a pendientes imposibles, entre carreteras serpenteantes y huertos, que se asoman al abismo.
El encanto de los pueblos de La Alpujarra granadina reside principalmente en sus gentes y, por supuesto, en el contraste entre su arquitectura, de apariencia rebelde y salvaje, de casas blancas escalonadas de techo plano y el verdor del entorno en el que se encuentra. Parajes que se conservan congelados en el tiempo y que han desarrollado una gastronomía, una artesanía y un modo de vida hilvanado de sosiego y de belleza.
Por todo ello, visitar los pueblos más bonitos de La Alpujarra granadina es la excusa perfecta para enterrar las prisas y olvidar el estrés en profundos barrancos, el hilo conductor que necesitas para descubrir, entre tinaos y terraos, un territorio que tiene un pacto secreto que… ¡no puedes perderte!
¿TE VIENES DE RUTA?
La Alpujarra granadina es una comarca que cuenta con veinticinco municipios, todos ellos dignos de visitar, por lo que se hace un poco difícil elegir. No obstante, coge papel y lápiz, porque te vamos a contar los que, a nuestro juicio, son los 7 pueblos más bonitos de La Alpujarra granadina y que merecen una visita obligada.
1. Lanjarón, puerta de La Alpujarra granadina y el pueblo del agua
Lanjarón no sólo es la puerta de entrada de La Alpujarra granadina, también es el pueblo del agua, donde su manantial medicinal le ha otorgado fama mundial. Un sencillo paseo por sus calles basta para descubrir los numerosos manantiales y fuentes de agua que tiene, cada una con su decoración, con su motivo y con su historia. El correr del agua, ese runrún continuo y fresco, es como una banda sonora en el pueblo donde, dicen, reside una población que se cuenta entre la más longeva del mundo.
Visita obligada es el Barrio Hondillo en su casco antiguo, de arquitectura tradicional alpujarreña de raíces bereberes y, probablemente, el más bonito, que junto al castillo fortaleza es uno de los vestigios más evidentes del recuerdo de la época medieval en este municipio. Te sorprenderán sus callejuelas estrechas, tinaos y sus casas, que se sostienen y se pisan unas sobre otras.
Igualmente, no te puedes ir sin visitar el Museo de la Miel, a escasos metros del Balneario de Lanjarón, un Centro de Interpretación de la Apicultura para la conservación de la biodiversidad, único en España, en el que podrás conocer la historia de la apicultura, la biología de la abeja y los productos de la colmena de una forma entretenida.
Antes de proseguir con tu ruta por La Alpujarra granadina, te aconsejamos que hagas una parada en la fábrica de quesos y mermeladas ‘Venta del Chaleco’, a la que han otorgado multitud de premios internacionales por sus quesos artesanales alpujarreños que puedes adquirir en nuestra tienda online de productos a granel.
2. Órgiva, la capital de La Alpujarra granadina
Entre limones y olivos, en una llanura verde regada por el río Guadalfeo, se asienta Órgiva, sede de nuestra tienda de productos a granel y visita obligada si vienes, ¿no...?
Es un municipio cosmopolita con decenas de nacionalidades, el más poblado de la comarca, y está considerado la capital de La Alpujarra granadina. Es fácilmente reconocible gracias a las torres gemelas del siglo XVI de la iglesia mudéjar de Nuestra Señora de la Expectación, inspiradas en las de la Basílica de la Virgen de las Angustias de Granada capital, que destacan por encima de sus casas blancas y que se pueden ver desde diferentes puntos del municipio.
No hay que perderse un paseo por su Barrio Alto, de calles estrechas y donde está la Ermita de San Sebastián. También son de interés el Molino de Benizalte, la Casa Palacio de los Condes de Sástago (sede del ayuntamiento), la Plaza de La Alpujarra, centro neurálgico del pueblo, y la Biblioteca Pública Municipal “Hurtado de Mendoza”, en la que se encuentra el Aula Cervantina Agustín Martin Zaragoza, que alberga una de las más importantes colecciones que existen en España sobre el Quijote.
Actualmente, la colección está formada por más de 300 ediciones Quijotiles, más de 600 estudios-ensayos, biografías etc. Sin duda, su mayor orgullo son los más de 80 ejemplares en distintos idiomas, que la colocan entre las mayores colecciones Cervantinas a nivel nacional.
Es muy aconsejable realizar la Ruta Senderista de “Camino de los olivos Centenarios”, una ruta circular de 7 km que se hace con facilidad, perfecta para hacer en familia y con niños, y que nos lleva a través de varias fincas que cuentan con olivos centenarios.
Y si te gustan los buenos aceites de oliva virgen extra, en sus alrededores hay bastantes almazaras para que puedas degustarlos y hacerte con ellos, aunque también puedes comprarlos en nuestra tienda online de productos a granel. Asimismo, es uno de los mejores pueblos para comprar artesanía típica de La Alpujarra.
3. Soportújar, el pueblo de las brujas
Soportújar es un pueblo muy bonito y el mejor pueblo de La Alpujarra granadina para visitar con niños. Presenta la típica estética de los pueblos alpujarreños, con la salvedad de que, en este municipio de apenas 300 vecinos, la Magia Negra contrasta con las bellas fachadas encaladas y se dice que habitan brujas… De hecho, es conocido como el pueblo de las brujas y su gentilicio es “brujo”.
Desde que pones un pie en la entrada del pueblo, el esoterismo y el enigma te invaden. En un primer enclave, encontrarás, escondida junto al barranco, la Cueva del Ojo de la Bruja.
Nada más entrar, te dará la bienvenida, o te echará para atrás…, una cabeza gigante de la primera de las brujas que vive en la localidad, Baba Yaga, la bruja de ojos azules.
Una vez dentro del pueblo será difícil pasear y no encontrarse con algo relacionado con la brujería. Los ‘brujos alpujarreños’ han sabido hacer de la anécdota su seña de identidad y lo han convertido en un reclamo turístico interesantísimo en La Alpujarra.
Tienes que visitar, sin lugar a dudas, el Mirador del Embrujo, que tiene una magia que te conquista al instante con sus increíbles vistas al valle y a poblaciones cercanas como Carataunas o Cáñar, y la Era del Aquelarre, otro mirador alucinante al Valle del Guadalfeo, que se cuenta que era el lugar de los aquelarres y de los ritos iniciáticos para las brujas más jóvenes. Allí podrás sentir la esencia de este espectacular paisaje, especialmente al atardecer, y de sus cientos de acequias milenarias que van a dar al mar Mediterráneo.
Como dato curioso, cabe mencionar que en este municipio se encuentra la calle más estrecha de España, la Zanjilla, con apenas 48 cm de ancho.
4. Pampaneira, uno de los pueblos más bonitos de España
Pampaneira no es solo uno de los pueblos más bonitos de La Alpujarra granadina, sino que es considerado, junto a Capileira, uno de los pueblos más bonitos de España. Un pueblo pequeño, con mucho encanto, que ha sabido mantener a lo largo del tiempo su aspecto bereber y donde, si miras hacia arriba, podrás ver el pico del Veleta de Sierra Nevada.
Cada calle es una pequeña obra de arte. Descubrirás callejuelas estrechas y empinadas llenas de historia con preciosas casas blancas, colocadas de forma escalonada con sus terraos, tinaos y chimeneas alpujarreñas.
Junto a los pueblos vecinos de Bubión y Capileira, el casco antiguo de Pampaneira está declarado Conjunto Histórico Artístico. En él no hay que perderse una visita a su lavadero árabe o la Plaza de la Libertad, donde se desarrolla la vida del pueblo y donde se ubica la Iglesia de la Santa Cruz, edificada sobre los restos de una antigua mezquita.
Del mismo modo, no puedes perderte la legendaria Fuente de San Antonio, situada cerca de la iglesia de la ciudad y conocida como la “chumpaneira”. Si estás buscando pareja, tienes que beber de sus aguas y… ¡esperar a que el milagro ocurra!
Te llamarán la atención sus tiendas de artesanía, que lucen al sol sus populares jarapas, que aportan colorido al blanco del pueblo y suelen ser objeto de fotografía, o sus capazos de esparto y otras bellas piezas de mimbre o cuero. Además, te llevarás un buen recuerdo gastronómico, en sus tabernas sirven un vino y unas tapas autóctonas deliciosas y en sus tiendas encontrarás los mejores embutidos, mermeladas, quesos, vinos, etc., que también puedes adquirirlas en nuestra tienda online de productos a granel.
5. Bubión, el segundo pueblo del Barranco de Poqueira
Bubión es junto a Pampaneira y Capileira, uno de los tres pueblos situados en el Barranco de Poqueira. Su envidiable situación, a 1.300 m de altitud, permite ver el Mediterráneo y Sierra Nevada, algo de lo que muy pocos lugares de La Alpujarra pueden presumir.
Es un buen lugar para disfrutar de un paseo, sin mucha aglomeración de gente, y deleitarse con su arquitectura, que es prácticamente idéntica a la de Pampaneira. Sus calles empinadas y blancas casas escalonadas, con tejados de pizarra y chimeneas cilíndricas con sombrero, adornadas con coloridas flores, hacen de este lugar un verdadero oasis para la fotografía.
Sin ninguna duda, lo más bonito de Bubión es la zona que discurre alrededor de la Plaza del Ayuntamiento, en la que podemos encontrar la Iglesia Virgen del Rosario, así como el Museo de la Agricultura de Bubión o el Museo Casa Alpujarreña, instalado en una casa tradicional y con más de 500 objetos relacionados con la vida cotidiana en La Alpujarra granadina donados por los propios lugareños. Igualmente, no te puedes ir sin visitar el Mirador de la Era, con unas vistas panorámicas extraordinarias de todo el pueblo y en el que podrás apreciar sus uniformes y grises terraos.
En cuanto a la gastronomía, salivarás con sus jamones y cecinas, su sopa de almendras o el famoso potaje de castañas.
6. Capileira, otro de los pueblos estrella de La Alpujarra granadina
Casi 1500 metros de altura dotan a este pueblo de un carácter especial. Junto con Pampaneira y Bubión, Capileira forma parte del tridente de ataque de los pueblos más bonitos de La Alpujarra granadina. Para muchos es el pueblo más bonito de La Alpujarra, rivalizando con Pampaneira, y es un fijo en la lista de los pueblos más bonitos de España.
Aquí podrás disfrutar de unas impresionantes vistas del Barranco de Poqueira. Contemplar la panorámica a las cumbres del Mulhacén y el Veleta será una de las cosas más fascinantes del lugar. Y como en los pueblos anteriores, te recomendamos que te pierdas por sus callejuelas, arquitectura tradicional alpujarreña en toda su esencia, y te dejes llevar por el embrujo andalusí.
Son muchos los lugares de interés de Capileira, pero, sin duda, no dejes de visitar el Mirador de Perchel, la Casa-Museo Pedro Antonio de Alarcón o la Calle Mentidero. Destaca también su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Cabeza, del siglo XVII y levantada sobre una antigua mezquita. Otra seña de identidad del pueblo son sus fuentes, tantas que incluso hay una “Ruta del Agua” que te llevará a las 12 fuentes del pueblo y alrededores.
Al igual que el resto de pueblos de La Alpujarra granadina, podrás comprar jarapas, platos de cerámica y todo tipo de utensilios hechos a base de esparto. Y, como buenos amantes de la gastronomía, es imperdonable marcharse de aquí sin antes haber probado el plato típico de La Alpujarra, el plato alpujarreño. El mejor sitio para degustarlo es el Restaurante Moraima.
7. Trevélez, el pueblo más alto de España
Imposible no detenerse en esta localidad famosa por su jamón serrano, reconocido con la Indicación Geográfica Protegida y cuyo aroma se siente por las calles, y por tratarse del pueblo más elevado de España, encaramado a la ladera del Mulhacén a casi 1.500 metros.
Hay muchas razones para visitar Trevélez: su altura, su carácter remoto de lugar del fin del mundo, su jamón, la honradez y la nobleza de sus gentes, y, sobre todo, el bello entorno de montaña que rodea a la localidad bajo el hechizo del Mulhacén. Cuenta con espectaculares vistas y parajes naturales como Siete Lagunas, Vacares, el Pico del Rey, la Alcazaba, Cerro Pelao o el mismísimo Mulhacén. Por ello, es un destino ideal para practicar senderismo, eligiéndolo muchos como punto de partida en sus trekkings, además de otros deportes relacionados con la naturaleza, como puede ser la pesca de truchas en el río Trevélez.
Se divide en tres barrios, encontrando un desnivel entre ellos de hasta 200 metros, por lo que puedes hacerte una idea de las cuestas que te vas a encontrar, aunque merece la pena subirlas y después bajarlas. En el Barrio Bajo encontramos la parte más turística, el Barrio Medio es característico por los sonidos de los cascos de los burros en las calles y el Barrio Alto es donde podrás descubrir la historia del pueblo. Como sus vecinos, conserva el perfil de arquitectura típica alpujarreña con calles empinadas, pequeñas casas blancas de tejados planos y chimeneas con sombrero.
Su elevada altitud sobre el nivel del mar y su clima frío y seco lo convierten en un lugar idóneo para la tarea del curado de jamones. No es de extrañar que el jamón de Trevélez, un jamón mucho menos salado, sea reconocido mundialmente y considerado uno de los mejores jamones de España.
Sus habitantes lo saben muy bien y gran parte de los negocios están orientados a esta delicia gastronómica, curada con el aire alpujarreño, que tienes que degustar sí o sí. También puedes visitar alguno de los secaderos y conocer todo el proceso artesano de la curación.
Es una de las mejores gastronomías. Sus comidas, muy contundentes para entrar en calor en esos fríos días de invierno, son un auténtico placer para los sentidos. Su plato estrella, como imaginas, es el “plato alpujarreño”, del que cada restaurante hace pequeñas variaciones que te pueden sorprender.
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